domingo, 23 de enero de 2011

Zach: No hay otro lugar como Conviven







Originalmente escrito en inglés el primero de septiembre del 2007. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, Texas, USA.

“Conviven es un lugar especial.” Es lo que me dijeron al llegar, y me pregunté lo que significó. Por supuesto, “ya sé que es especial,” pensé a mi mismo.

Cuando empecé a enseñar en el Centro, me animaron a desarrollar mi propio curriculum mediante el uso de la provisión de libros y materiales didácticos cada vez mayor que estaba disponible en Conviven. Aunque desalentador al principio, de pronto acepté de buena gana el reto y rapidamente me llevó a la tarea de descubrir las habilidades, intereses, y metas de mis alumnos.

Esta información me permitió construir según especificaciones el curriculum para cada una de mis clases. Por ejemplo, en una de mis clases había una familia que especificamente quería mejorar su pronunciación de inglés. Les pedí que llevaran cada día un libro en inglés de su elección de la cual leeríamos en voz alta. Su mejora después de unos pocos días me asombró.

En otra clase, descubrí que dos de mis alumnos eran jugadores fervientes de ajedrez, así que decidí dedicar una lección entera al juego. Aprendimos los nombres de la piezas, platicamos de las reglas, y revisamos las estrategias básicas – todo en inglés, por supuesto. La libertad de formar un curriculum según las necesidades especificas de mis alumnos hizo que mi trabajo fuera más interesante, y en última instancia, aumentó su entusiasmo hacia el aprendizaje del inglés.

La flexibilidad de Conviven se extiende más allá del programa de inglés cuando se insta a los voluntarios a compartir nuestras propias pasiones con los alumnos e investigar posibilidades para clases nuevas en el Centro. Fui parte de la formación de una clase semanal de arte para proveer un ambiente esperanzador y creativo para los alumnos con inclinaciones artísticas. Durante mi tiempo en Conviven, las clases eran ofrecidas en tales materias como matemáticas, circo, y canto. Sea lo que sea tu pasión o área de pericia, puedes enseñar esa clase en Conviven.

Las clases que enseñaba me llevó cara a cara con los desafios cotidianos de enseñar. Tenía que pensar constantemente en maneras nuevas y creativas para presentar a mis alumnos el vocabulario y la gramática. Juegos sencillos y actividades creativas eran una buena manera de cubrir el material y tener la atención de los alumnos.

A muchos de ellos les encantó a colorear, así que cuando aprendimos las palabras en inglés para los cuartos de casa y los objetos básicos en cada cuarto, hice que mis alumnos dibujaran y etiquetaran sus propias casas. Se divirtieron mucho mientras estaban coloreando que creo que no se dieron cuenta de que estaban aprendiendo inglés. Supe de repente que no pude educar si no cautivé, así que me acostumbré a constantemente buscar la manera innovadora de presentar los temas. Si me faltaron las ideas, siempre podíamos jugar el juego ahorcado. Nunca dejó de animar a mis alumnos para que estudiaran más el vocabulario.

Hay muchas oportunidades para enseñar el inglés en toda Buenos Aires, pero ninguna es como Conviven. La libertad de formar mi propio curriculum y también la libertad de empezar clases nuevas fue liberador y desafiante. Significó que tuve que estar constantemente preparado y organizado.

Parece que los alumnos entienden cuanto pensamiento y esfuerzo cada voluntario contribuye a Conviven, y responden con una actitúd positiva hacia el aprendizaje, entusiasmo para el idioma de inglés, y respeto y admiración hacia sus maestros. Alumnos como estos son un placer de enseñar, y estoy agradecido por Conviven y todos los que están involucrados con la organización por haberme ayudado ser parte de algo realmente especial.

Zach, de los estados unidos, trabajaba por dos meses desde junio hasta agosto del 2007.

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