viernes, 26 de agosto de 2011

CENTRO CONVIVEN presenta: R-EVOLUCIONES - Compañía de Danzas de Amigos na Cultura - Brasil

La Compañía de Danza Amigos na Cultura tiene como objectivo la promoción y desarollo humano de niños/as adolescentes y jóvenes en circunstancia de fragilidad social, fundamentada en la metodología. Amigos na Cultura, basada en la ciudadanía cultural expresada en la creatividad, la innovación, la diversidad y la participación actica para una construcción de sueños reales en nuestro país.

Fechas de presentación en la ciudad autonóma de Buenos Aires

28 - 10 Escuela Media 3 Distrito Escolar 7
29 - 10 Centro Conviven
31 - 10 Escuela Media 2 Districo Escolar 20
2 - 11 Museo Histórico Cornelio de Saavedra
5 -1 Encuentro de danzas del Club de Jóvenes C.A.B.A



miércoles, 6 de abril de 2011

Andrew y Alison, enero 2011, Londres

















Originalmente escrito en inglés el 19 de enero del 2011. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, TX, USA.

Mi esposo y yo eramos muy afortunados tener la oportunidad de tomar seis meses de interrupción de nuestras carreras. Estamos viajando en Sudamérica y pasamos cinco semanas como voluntarios en Conviven.

Para nosotros, Conviven se trata de – tomar acción, involucrar la comunidad y hacer una diferencia.

Conviven se está ampliando y abriendo un nuevo centro en otra zona desfavorecida en Buenos Aires (La Matanza). Nos pidieron que empezaramos las clases en el nuevo Centro.

Andrew produjo un folleto para anunciar las clases y empezamos a planificar. El Centro tiene muy pocos recursos (solamente mesas y sillas), así que sin acceso a computadoras, ni pizarras, improvisamos con tarjetas ilustrativas hechas a mano y hojas de trabajo.

Una niña asistió a la primera lección; por nuestra quinta lección había once alumnos. Andrew enseñaba a los niños mayores (con 12 y 13 años de edad) y yo enseñaba a los más chiquitos (entre 5 y 8 años de edad). Los niños están muy entusiasmados a mejorar su inglés e incluso que nos pidieron tarea!

Todas las personas en el Centro tenían mucha pacienca con nuestro español limitado y a los niños les encantaba enseñarnos el español.

En diciembre estuvimos muy afortunados al estar invitados a la fiesta de despedida de fin de año en el Centro principal. Llegaron todos los niños que asisten al Centro y sus familias para celebrar el trabajo duro de los niños durante el año. El arte y la fotografía de los niños estaban expuestos alrededor del Centro y había varias actuaciones – una banda de rock, destrezas del circo, tango, y cantantes de rap, etc.

Es increíble ver como logra tanto Conviven con tan poco y como pocas personas pueden hacer una diferencia inmensa.

Si piensas en ser voluntario, realmente recomendamos Conviven. Hemos conocido a tantas personas increibles. Conocimos sus comunidades y tenemos tantos recuerdos geniales.

El viaje al zoológico















Originalmente escrito en inglés el 31 de enero del 2011. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, TX, USA.

Justo antes de navidad llevamos de paseo al zoológico de Buenos Aires algunos niños de Conviven. Un autobus nos recogió del Centro y nos llevó al centro de la ciudad. Algunos padres nos acompañaron. Los alumnos tuvieron entre 5 y 15 años de edad, ¡y eran listos para tener un día de paseo! Pasamos la tarde yendo de una jaula a otra viendo un rango amplio de animales de la mayoría de los cuales los niños no los habían visto antes. Estoy bastante seguro que los elefantes y los osos polares eran sus favoritos. Para el almuerzo comimos muchos bocadillos y los niños pudieron jugar en la área de jugar que estaba llena de columpios y resbaladillas. Al terminar con el paseo los alumnos todavía tenían mucha energía y estaban corriendo por todos lados con una sonrisa puesta en su cara, pero para los adultos ya era la hora de recoger todo e ir para la casa.

domingo, 13 de febrero de 2011

Ben B., marzo-junio del 2010


Originalmente escrito en inglés el 27 de julio del 2010. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, Texas, USA.

Buscando una oportunidad voluntaria en Buenos Aires, puse en Google “volunteer Buenos Aires,” y una de las primeras cosas que encontré fue el blog del Centro Conviven. Nunca antes había enseñado a niños, pero me pareció bonito intentar hacer algo nuevo y desarollar mi español. Me comuniqué por correo electrónico con Tez, la Coordinadora Voluntaria, y trés semanas después pasé mi primer día en Conviven.

A mí me tocó dar dos clases, una de nivel intermedio de seis alumnos de diez años de edad, y otra clase de adolescentes y adultos (había una sola clase de alumnos de esa edad y su estructura era distinta porque fue consecuencia de un programa de tutoriales particulares para que realizaran sus tareas). Nos daban cada semana un tema didáctico con ideas de lo que se podría incluir en cada tema. Por ejemplo, el tema de una de las semanas fue “profesiones.” Algunas de las palabras sugeridas para enseñar incluyeron “pintor,” “doctor,” y “bombero” y una de las actividades sugeridas fue la construcción de carteles que representaran lo que quieren ser los niños cuando crezcan. Encima de eso, podíamos diseñar nuestras clases y planificar a nuestro gusto.

Esta libertad fue emocionante y también algo estresante. Experimenté por un mes con varios metodos de enseñar antes de encontrar algo que funcionara. Otro desafio al principio para mi fue mantener el orden en la sala de clase. Los niños eran muy tiernos, y se portaban bien, pero como todos los niños de diez años de edad, solían preferir hablar y jugar entre ellos en vez de escuchar a su maestro. Al principio intentaba ganarme la confianza de ellos por estar tranquilo, simpático, y diplomático (que era difícil dado a mi fluidez limitada de español). No funcionaba. Con la ayuda de Bella, una maestra y líder preparada en Conviven, al final y al cabo me di cuenta de que era importante cumplir con una estructura en la clase y ser estricto, incluso con las cosas pequeñas. Se mejoró bastante el ambiente del salón de clase, y se notaba que los alumnos disfrutaban más su tiempo en la clase.

Al final de mi estancia de trés meses estuve bien contento por haber tenido la oportunidad de trabajar en Conviven. Era reconfortante ver a los niños entrar con entusiasmo y con prisa al salón de clase y emocionarse al hacer hojas de ejercicios de vocabulario. Yo también me emocionaba tanto como ellos al llegar al salón de clase. El viaje diario de una hora para llegar al trabajo fue de vez en cuando cansador, pero cada hora que pasé enseñando a los niños me llenó de alegría. Aunque los niños no daban muestras obvias de la pobreza, sabía yo que se enfrentaban con retos significativos fuera del Centro Conviven, y me dio mucho gusto proveer una influencia positiva, aunque pequeña, en sus vidas.

Un desarollo sorprendente de mi tiempo en el Centro Conviven es que supe que me gustaba enseñar a los niños y que he empezado a considerar cambiar de carrera para incluir eso. Después de haber salido del Centro Conviven, creo totalmente en su misión, la del Centro, y la del programa de inglés después del día escolar en particular. Le animo plenamente a cualquier persona a intentarlo.

-Ben B., Seattle, USA

Olivia R, la villa verdadera, junio del 2010


Originalmente escrito en inglés el 15 de julio del 2010. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, Texas, USA.

Es difícil saber que a los niños que enseñaba vienen de algunos de los barrios más pobres del mundo, lejos de la vista de los visitantes y de la mayoría de la gente que vive al norte de la Avenida Rivadavia. Como alumna estadounidense estudiando en Buenos Aires, no tenía la menor idea a cerca de las injusticias sociales y la pobreza antes de venir a la Argentina. Nuestros programas no nos informan; nos dan hospedaje en los barrios ricos y lugares en las universidades en el norte de la ciudad, lejos de la cruel realidad de la vida diaria de muchas personas. La mayoría de los visitantes, es más la mayoría de los porteños, nunca saben nada a cerca de ese lado de la vida en Buenos Aires. El muro alrededor de la Ciudad Oculta es más que una barrera física; separa a la gente en el interior como si fuera un “Otro” indeseable. Cuando le dije a mi familia anfitriona que iba a trabajar como voluntaria cerca de la villa 15, estuvieron horrorizados, convencidos que alguien iba a robarme, probablemente violarme, y que categóricamente me iban a contagiar los negros con piojos y enfermedades. Esta actitud clasista y elitista me horrorizó. ¿Como puede ser que gente supuestamente culta y “liberal” habría construido estas barreras de discriminación y prejuicio y miedo? ¿Y como se puede vivir en tanta ilusión? ¿Y con más importancia, porque no estaban haciendo nada para aliviar el sufrimiento, o exigiendo los derechos humanos básicos para los que no tienen voz? A la misma vez, pensé en lo que iba a encontrar, y como podría hacer un cambio. ¿Quién fui yo para venir a la Argentina y pensar que sabía mejor, que yo era libre de los mismos prejuicios y miedos? Pensé que sabía como era, y que no estaba tan protegida. Había visto fotos y había investigado lo del barrio. También pasaba los miercoles y jueves enseñando a algunas cuadras del barrio, pero nada me hubiera preparado para en realidad estar dentro de las villas, una experiencia que casi me destrozó. Para ser completamente honesta, también me dió miedo.

A pesar de todo lo que sabía yo, ese día, una sensación de pánico me abrumó como un golpe fuerte en la panza cuando me di cuenta de que había perdido la parada de autobus y de que estaba pasando por las villas: en un lado de la calle los monolitos grises sin alma del núcleo de la residencia transitoria Eva Peron, y en el otro los montones conocidos de materiales baratos que formaron una villa miseria sin fin. Casi llorando, no tuve otra opción menos bajarme y regresar en otro autobus. Aterrorizada, crucé la calle, caminé unas cuadras, y intenté no llamar la atención. Y después esperé. Mirando la apariencia fea de los edificios, las calles sucias, y los perros callejeros, creció el miedo al ver más la pobreza y aparente miseria humana. Me subí al siguiente autobus que llegó, pensando que esto fue mi escape hasta darme cuenta de que el autobus estaba yendo en la dirección equivocada, más por dentro de las villas. Ya tarde para la clase, le hablé a Carmen en el Centro para explicarle que andaba perdida y asustada para bajarme del autobus. Le pedí disculpas por no llegar a tiempo. Me dijo que estuvo bien pero que los niños me estaban esperando. Me puse a llorar.

Después de colgar, todos en mi alrededor se pusieron a preguntarme a dónde quería irme, me dieron palmaditas en la espalda, y me dijeron una y otra vez “tranquila.” Al regresar, el chofer paró en una esquina y señaló hacia Eva Perón. No tuve otra opción. Me bajé y miré la villa miseria. Y depués me puse a correr lejos de ese lugar, y lejos de la realidad – ese monstruo feo de la pobreza y todas las cosas que pensaba que no tenía el poder de cambiar. Pasé corriendo por chozas amontonadas, hombres mirando lascivamente, tiendas sucias, niños descalzos y basura, y la entera escena miserable. Quise escaparme. Debería haber corrido diez cuadras, no lo sé, pero cuando me di cuenta de que me quedé a una cuadra del Centro, me sentí tan aliviada. Me estaba esperando Carmen allí afuera, y no pude evitar caerme en sus brazos y llorar en su hombro. Por un momento, no me dijo nada porque sabía en dónde anduve y de lo que había visto. Los niños me estaban esperando adentro, haciendo su tarea juntos pero con caras ansiosas. Cuando entré en el Centro, se pusieron a mi alrededor, abrazandome y besandome y gritando “¡Seño! ¿Te perdiste? ¡Sos loca!,” y me abrazaron más y me preguntaron si ya era hora de té.

También sabían de lo que había visto y de que me dio miedo, y que no pude caminar por esas villas miserias con la cabeza bien alta negandome del ambiente feo, sin miedo. Me dio miedo su realidad. Yo no era tan valiente como mis alumnos para caminar las mismas calles, y también sabían eso. Pero después de esa experiencia terrible, el muro invisible se cayó; entendíamos y no nos hablamos del asunto. La vida siguió y continuaba, de mi manera pequeña, intentar darles a estos niños algo mejor.

¿Estuve loca? A lo mejor que sí, para creer que podía ayudarlos, y que podrían escapar de esa miseria como yo lo había hecho. Alguien tiene que enfrentar los prejuicios y miedo e injusticias que tiene que aguantar la gente de las villas. Y a veces, la realidad te tiene que dar una cachetada para que te des cuenta que hay esperanza; que las paredes de opresión se van a caer. Tienes que creerlo, ¿o qué esperanza hay?

Nichole: Un duro despertar




Originalmente escrito en inglés el 21 de noviembre del 2009. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, Texas, USA.

Me siento muy afortunada por haber tenido la oportunidad de vivir en el extranjero en la Argentina - experimentar la cultura, hacer nuevos amigos, y explorar áreas nuevas. Pero más que nada, estoy agradecida de que cumpliera con mi meta de tomar tiempo durante mi viaje para ser voluntaria.

Recuerdo buscar organizaciones por internet que ofrecieran programas voluntarios. No me había dado cuenta cuán desafiante que podría ser encontrar oportunidades para donar su tiempo, así que llegó como un gran alivio cuando encontré Conviven, una ONG que promovía el desarrollo social y comunitario. El centro solamente se requisitaba que dedicara su tiempo a su programa de inglés que ofrece después del día escolar. Estaba ubicado en la Ciudad Oculta, conocido por la pobreza que afecta a 10,000 de sus habitantes. Al prepararme para comenzar, estaba emocionada sobre la posibilidad de aprender más acerca de esta cultura a través de la oportunidad de ayudar a niños.

Mi primer día en Conviven, estaba lista para hacerme cargo, y me sentí que podría manejar cualquier cosa. Pero estaba en un duro despertar. A mi me tocó una clase de trece niños entre las edades de cinco a ocho años. Mi responsabilidad era enseñarles palabras y conceptos de inglés. Supe de volada de que tendría que hablar en español para que aprendieran. Batallaba con mi español muy olvidado, y a veces los alumnos eran mis maestros. Gestos de la mano y la actuación de los temas eran algo rutinario; su curriculum era mi responsabilidad y intentaba ser creativa e ingeniosa. Muchos alumnos eran entusiastas para aprender, mientras otros eran tímidos e indiferentes. Durante el transcurso de mi enseñanza en Conviven, estaba asombrada a las relaciones distintas que construía con los alumnos y voluntarios. Los alumnos se pusieron dedicados y receptivos a mi estilo de enseñar. Estaba agradecida por cada alumno que llegara al salón de clase después de haber pasado su día entero en la escuela.

Me di cuenta de que fueron los triunfos pequeños que hicieron la diferencia. Muchos alumnos no iban a superar el idioma de inglés durante mi estancia, pero su dedicación a trabajar sin cesar me hace creer que dominarán el idioma en el futuro, y me recordó que con empeño y dedicación, se puede lograr cualquier meta.

domingo, 6 de febrero de 2011

Serge: mis primeros días como voluntario en Conviven


Originalmente escrito en inglés el 21 de noviembre del 2009. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, TX, USA.

¡Se siente fantástico aca! Hoy tuve mi primera junta con la organización ONG Conviven, con quien estaré trabajando y causó buena impresión. Es un centro modesto, con pocos recursos, ubicado en las afueras de Buenos Aires. Demoro una hora en autobus para llegar y no es una de las mejores zonas (Al final y al cabo demoré más tiempo porque hubo una demostración sindical – literalmente miles de manifestantes en procesión ascendiendo la Avenida 9 de julio, la carretera principal de la ciudad).

Los niños en Conviven realmente se benefician del buen trabajo que hace la organización. Los niños entre 6 y 12 años de edad se benefician de las clases de inglés, y también de talleres de arte y teatro, entre otras cosas. Todos vienen de familias desfavorecidas, y el sistema educativo gubernamental no les sirve bien. Las clases se desbordan a veces con 40 alumnos y, a menudo, los maestros no están preparados. Esos niños pueden participar de una manera voluntaria y gratuita en las clases y actividades de la organización que, claro, tiene la intención de darles a ellos unas destrezas útiles y prácticas, pero en gran parte también librarlos de la calle y darles la oportunidad de conocer a modelos positivos a imitar, de los que reciben mucha más atención que en sus escuelas públicas.

A la organización Conviven siempre le faltan materiales básicos como libros, artículos de papelería, etc. Pero las personas que trabajan alla están llenas de corazón y son individuos positivos y maravillosos. Los voluntarios son internacionales y la mayoría son alumnos jovenes que son voluntarios durante un año libre o en combinación con su educación, o que simplemente lo hacen mientras que también trabajan. Pero también hay gente que ha venido para la razón de hacer algo bueno y hacer una diferencia pequeña pero preciosa en una comunidad en la que sus jovenes necesitan, desesperadamente, ese tipo de influencia positiva. Mañana estaré apoyando a otro voluntario con dar una clase que se está poniendo muy popular con los alumnos.

Aunque hoy fue mi primer día en Conviven, esta noche, después de trabajar, salí con algunas colegas para asistir a un evento organizado por otras organizaciónes ONG con el propósito de que se unan organizaciónes voluntarias (las que sean activas en Argentina, pero también en otras naciones sudaméricanas). Todos los voluntarios actuales y los posibles también eran invitados. El propósito del evento fue para que las organizaciónes ONG se conozcan y que los voluntarios posibles conozcan a las organizaciónes y que sepan de sus opciones. Te puedo decir que había una vibra positiva en ese salón. Nunca había visto algo semejante y fue vigorizante. Hasta dos voluntarios reclutamos, un maestro y otro para poner en orden la biblioteca y mejorar el sitio de web: http://www.conviven.org.ar/.

El viernes, ayudaré a una organización ONG, Fundación Huésped, que lucha contra el SIDA, grabar una pelicula que hacen una vez al año, y que saldrá en la televisión argentina el día internacional del SIDA, el primero de diciembre. Según parece les falta gente adicional para hacer el papel de estudiantes. Este es su sitio de web: http//www.huesped.org.ar/. Conocí a muchas personas interesantes y positivas en esa conferencia de organizaciónes ONG y fue una velada provechosa. Se siente que hay tantas cosas sucediendo y que hay muchas opciones. Es muy emocionante y lo espero con esperanza y optimismo.

Enseñando inglés, Adrianna G, 2009


Originalmente escrito en inglés el 8 de noviembre del 2008. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, TX, USA.

Después de llegar en Buenos Aires, con solamente algunos amigos y un contrato de trés meses, empecé a buscar un lugar en el que podría ser voluntaria y encontré Conviven. Aunque el viaje de una hora en el bus puede ser algo cansador, el largo paseo está concedido con un centro animado, lleno de corazón y energía.

Empecé mi experiencia voluntaria por acompañar al centro en sus viajes del verano a las albercas y los parques. Conocí a otros voluntarios de numerosos otros países, también conocí a niños entre 4 y 15 años de edad. Su interes en mis experiencias despertó conversaciones sobre la música, y lecciones espontáneas de inglés, y también mi dio a mi la oportunidad de conocerlos. Me acuerdo con cariño a una jovencita de Perú que también se había mudado recientemente a Buenos Aires. Compartimos nuestros cuentos y sentimientos de mudarse a una ciudad distinta.

Con el comienzo del año escolar, he estado eneñando clases de inglés por los últimos meses, a los alumnos más jovenes, a los que tienen entre 5 y 11 años de edad. Con la ayuda de los otros voluntarios en el salón de clase, hemos empezado a enseñarles a estas mentes jovenes y absorbentes a cerca de las frutas, los animales, los pasatiempos, transportación, y el arte. Con muy poca experiencia de enseñar, he ayudado a estimular su interes en aprender el inglés, ¡y he presenciado sus mentes en alza!

lunes, 24 de enero de 2011

Cecilia: Una experiencia para la vida

Originalmente escrito en inglés el 12 de mayo del 2008. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, TX, USA.

Todos deben de tomar la oportunidad de ser un voluntario. Esa es mi conclusión después de haber trabajado como voluntaria en Conviven por casi dos meses y medio, escribe nuestra voluntaria anterior de Sweden.

Ser parte de un equipo y sabiendo que tu esfuerzo y contribución importan es una buena sensación, también dedicando tu tiempo a las personas que no son tan afortunadas como tú cuando se trata de la educación, el trabajo, la salúd, y las oportunidades en la vida. Hace algunos años, de hecho asistí a un programa que se llamaba el programa de la participación corporativa y comunitaria, un progama con la intención de preparar sus participantes para la mano de obra del futuro mediante la organización de colocaciónes de voluntarios. En ese entonces, estaba bastante ocupada con la universidad y mi trabajo de medio tiempo para realmente apreciar mi colocación voluntaria. Como probablemente puedas imaginar, no me quedé por mucho tiempo.

Por tanto, a la hora de decidir ir a la Argentina para trabajar como voluntaria, decidí tomar algo de tiempo libre para realmente poder disfrutar mi estancia, y también hacer una diferencía, sino una grande, por lo menos una pequeña que le importara a alguien. Y como resultado, mi experiencía se convirtió en algo completamente diferente. Poder ver el progreso que hacen los alumnos en la clase, también las mejoras que llevan a cabo gracias a los empleados y voluntarios dedicados, realmente es una buena sensación. Además, la oportunidad de ser parte de otro estilo de vida y una cultura distinta.

Sólo puedo esperar que los futuros voluntarios cuidarán a Conviven tanto como los voluntarios actuales y anteriores. Y no olvidando que su tiempo y experiencía aca también serán para la vida.

domingo, 23 de enero de 2011

Zach: No hay otro lugar como Conviven







Originalmente escrito en inglés el primero de septiembre del 2007. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, Texas, USA.

“Conviven es un lugar especial.” Es lo que me dijeron al llegar, y me pregunté lo que significó. Por supuesto, “ya sé que es especial,” pensé a mi mismo.

Cuando empecé a enseñar en el Centro, me animaron a desarrollar mi propio curriculum mediante el uso de la provisión de libros y materiales didácticos cada vez mayor que estaba disponible en Conviven. Aunque desalentador al principio, de pronto acepté de buena gana el reto y rapidamente me llevó a la tarea de descubrir las habilidades, intereses, y metas de mis alumnos.

Esta información me permitió construir según especificaciones el curriculum para cada una de mis clases. Por ejemplo, en una de mis clases había una familia que especificamente quería mejorar su pronunciación de inglés. Les pedí que llevaran cada día un libro en inglés de su elección de la cual leeríamos en voz alta. Su mejora después de unos pocos días me asombró.

En otra clase, descubrí que dos de mis alumnos eran jugadores fervientes de ajedrez, así que decidí dedicar una lección entera al juego. Aprendimos los nombres de la piezas, platicamos de las reglas, y revisamos las estrategias básicas – todo en inglés, por supuesto. La libertad de formar un curriculum según las necesidades especificas de mis alumnos hizo que mi trabajo fuera más interesante, y en última instancia, aumentó su entusiasmo hacia el aprendizaje del inglés.

La flexibilidad de Conviven se extiende más allá del programa de inglés cuando se insta a los voluntarios a compartir nuestras propias pasiones con los alumnos e investigar posibilidades para clases nuevas en el Centro. Fui parte de la formación de una clase semanal de arte para proveer un ambiente esperanzador y creativo para los alumnos con inclinaciones artísticas. Durante mi tiempo en Conviven, las clases eran ofrecidas en tales materias como matemáticas, circo, y canto. Sea lo que sea tu pasión o área de pericia, puedes enseñar esa clase en Conviven.

Las clases que enseñaba me llevó cara a cara con los desafios cotidianos de enseñar. Tenía que pensar constantemente en maneras nuevas y creativas para presentar a mis alumnos el vocabulario y la gramática. Juegos sencillos y actividades creativas eran una buena manera de cubrir el material y tener la atención de los alumnos.

A muchos de ellos les encantó a colorear, así que cuando aprendimos las palabras en inglés para los cuartos de casa y los objetos básicos en cada cuarto, hice que mis alumnos dibujaran y etiquetaran sus propias casas. Se divirtieron mucho mientras estaban coloreando que creo que no se dieron cuenta de que estaban aprendiendo inglés. Supe de repente que no pude educar si no cautivé, así que me acostumbré a constantemente buscar la manera innovadora de presentar los temas. Si me faltaron las ideas, siempre podíamos jugar el juego ahorcado. Nunca dejó de animar a mis alumnos para que estudiaran más el vocabulario.

Hay muchas oportunidades para enseñar el inglés en toda Buenos Aires, pero ninguna es como Conviven. La libertad de formar mi propio curriculum y también la libertad de empezar clases nuevas fue liberador y desafiante. Significó que tuve que estar constantemente preparado y organizado.

Parece que los alumnos entienden cuanto pensamiento y esfuerzo cada voluntario contribuye a Conviven, y responden con una actitúd positiva hacia el aprendizaje, entusiasmo para el idioma de inglés, y respeto y admiración hacia sus maestros. Alumnos como estos son un placer de enseñar, y estoy agradecido por Conviven y todos los que están involucrados con la organización por haberme ayudado ser parte de algo realmente especial.

Zach, de los estados unidos, trabajaba por dos meses desde junio hasta agosto del 2007.

jueves, 20 de enero de 2011

Proyecto Mural en a Matanza – Diversión, Arte y Acción!

Conviven pronto abrirá un nuevo centro en La Matanza. Convivenestará trabajando en estrecha colaboración con Patricias Argentinas que son una organización establecida en la comunidad.


En enero de 2011, Patricias Argentinas y Conviven trabajaron juntos para crear un hermoso mural en Patricias Argentinas Centro en La Matanza.

Día 1

A todos nos pasó un tiempo en la tarde con los niños y adolescentes que asisten al Centro de
extraer los diseños para el mural. Los niños la pasaron genial, las ideas de colores.

El Centro es un lugar de acción, asíempezamos la transferencia delos diseños en la pared el mismo día. Trabajamos juntos paraacordar el diseño y fue genial ver a todos tan entusiasmados con el proyecto.

Al final del
primer día, los adolescentes había diseñado el mural y dibujó el diseño en la pared.

Día 2

Así que el momento de añadir algo de color! Los niños del Centro estaban ansiosos de pintura para comenzar de inmediato.

Los adolescentes que asistel al Centro llegó con un montón deideas para la sección final del mural.En poco tiempo, todo el mundo que cubren las paredes (ya sí mismos!) con pintura.
Fue genial ver a todos trabajando juntos y divertirse.



Día 3

Todos trabajaron muy duro en el ultimo día para terminar el mural. Fue un muy largo, caluroso día (34C), pero todavía nos divertimos mucho.

Hemos añadido algunas características más para los murales y reunió toda nuestra capacidad artística para hacer el mural tan hermoso como sea posible. Aquí está el resultado final para quepueda juzgar por sí mismo... ... ...

lunes, 17 de enero de 2011

Rachel: Es un lugar para interacción cultural







Originalmente escrito en inglés el 13 de agosto del 2007. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, Texas, USA.

Por aproximadamente cuatro meses, trabajaba como maestra de inglés en el Centro Conviven. Quizás les haya enseñado a mis alumnos formar oraciones basicas y escribir algunas palabras en inglés, pero las lecciónes verdaderas van más profundas – tanto para los maestros como los alumnos. Conviven no sólo es una escuela; es un lugar en el cual gente con pocos recursos puedan recibir atención afectuosa y cariño. Como parte del programa didáctica de inglés, me enamoré de la vibra, la gente, y la ideología del lugar.

Cuando vine por primera vez a Conviven en febrero del 2007, el programa pedagógico de voluntarios estaba completamente desordenado con respecto a los materiales y como enseñar el ingés. Tuvimos que desarollar nuestro propio currículum basado en los pocos libros que teníamos y nuestras experiencas previas y variadas de enseñar o de dar clases particulares.

Juntos, nos platicamos del asunto, y usamos varios libros y nuestra creatividad para inventarse un plan básico para enseñarles el inglés a los niños y adultos en Conviven. Decidimos separar los estudiantes según su nivel y edad. Ahora hay aproximadamente 30 alumnos escolares y 12 adolescentes y adultos que vienen trés veces por semana para estudiar el inglés.

Trabajar en Conviven es un desafio, y cada voluntario tiene una dificultad especifica para superar. Para mi, una de las cosas más difíciles fue trabajar con un grupo de voluntarios que fue cambiando constantemente ya que gente iba y venía.

La comunicación no siempre fue clara ni constante, y el liderazgo iba y venía. Tuve que aprender ser menos egoista al tomar una decisión que afectara al grupo, como faltar a mi trabajo por un día por si acaso estuviera enferma u ocupada.

¿Por qué decidimos dedicar nuestro tiempo y energía para enseñar en Conviven? Pues, cada persona tiene su propio motivo. Para mi, es una cuestion de proveer algo de equilibrio en un país latinoamericano que sufre del problema común de la desigualdad social. Aunque algunas personas en Buenos Aires tienen la oportunidad de estudiar el inglés – una destreza valiosa que les ayudará en la vida y en sus carreras – otros en los barrios como Mataderos, en dónde se queda Conviven, no tienen esa oportunidad. Sus escuelas públicas tienen menos recursos y menos maestros preparados, y en casa no siempre están animados para estudiar.

Otra razón para ser voluntario en Conviven es que es una experiencia interactiva con gente que viene de otras culturas y de distintos estilos de vida. Los profesores aprenden de los estudiantes tanto como les enseñan. Les ayudamos a los estudiantes desarollar su autoestima y sus habilidades de lenguaje, y los profesores tienen una experiencia que abre sus ojos hacia las realidades del mundo en vías de desarollo. Conviven es un lugar en dónde “convivimos,” a pesar de nuestras diferencias, en vez de vivir separados.

Ella: Yo afectaba a sus vidas







Originalmente escrito en inglés el 5 de agosto del 2007. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, Texas, USA.

Durante marzo y abril del 2007, Ella, de Australia trabajaba como parte de nuestro grupo. Esto es como se siente acerca de su estancia en Conviven:

Trabajando en el Centro Conviven fue una experiencia tremendamente satisfactoria. Las relaciones que construí con mis alumnos, y con el equipo de voluntarios fue algo único; como ser parte de una familia. No siempre se encuentra un grupo diverso de gente determinada a luchar contra las probabilidades para lograr una meta común. Tuve la buena suerte de ser parte de este equipo, y aunque nada más eran seis semanas, esas semanas se quedarán conmigo para siempre. Saludandote en la puerta es Carmen; ella es una abuela de la Villa Oscura, y también la fundadora del Centro Conviven. Como una matriarca verdadera, siempre se preocupa por nosotros, acompañando a los voluntarios hacia y desde la parada de autobús, proveyendo a los alumnos con meriendas, haciendo que Conviven sea un centro realmente cariñoso y cordial para visitar.

En el piso de arriba se sienta Valmir, siempre riendose y tomando mate mientras dandole la bienvenida a los alumnos al entrar a su clase de inglés. Está increíblemente dedicado a su papel como el líder de este centro, y es una gran ancla para los alumnos, quienes siempre se pueden confiar en él sin hacer caso de cuales voluntarios van o vienen.

Durante mi tiempo como voluntaria, ví quizas a cuarenta bebés, adolescentes y adultos que entraron en las puertas para asistir a las lecciones de inglés. Para ser honesta, llegué sin saber que esperar de los niños, o como iba a estar ayudando – ¡tampoco hablaba mucho español! Todos los voluntarios se juntaron en las primeras semanas para compartir lo que sabían, y juntos establecimos nuestro propio método de enseñar el inglés y manejar las clases, desarollando un sistema que apoyaba todas nuestras fortalezas, y que educaba a cada vez más alumnos. Así de repente, por lo menos veinticinco alumnos estaban yendo con regularidad y fueron asignados a maestros y clases especificas, dependiente de su nivel y edad.

Haber pasado por este programa, me siento que el impacto fue mucho más grande de lo que esperaba...Pensé que había venido para hacer mi papel pequeño en dar apoyo a niños necesitados, mientras viajaba. De hecho lo que fue para mi fue la oportunidad de realmente tocar las vidas individuas de mis alumnos y de la comunidad, y de que ellos también tocaran la mia. Se sintió gratificante ser parte del proceso, fortaleciendo Conviven a través de nuestro equipo de voluntarios, de una manera que ojala continuara a lo largo de los años. Aunque fui la maestra, también tuve la oportunidad inesperada de aprender mucho de mis alumnos; de su forma de vivir y de todo lo que han vivido. ¡Ví una lujuria para la vida y un sed de conocimientos que nunca hubiera imaginado! Es evidente que esta ONG provee un refugio seguro y necesario de las calles y las villas de Mataderos y Lugano. En un país con tanta turbulencia, provee Conviven un ambiente que acepta gente de todas edades, razas y capacidades. A través de esta experiencia nació en mi una conciencia...Me puse a entender de un nivel personal, social y politico lo que ví – la situación difícil de los argentinos y de los que están detrás de ellos, las personas escondidas de las villas...que no se les olviden.

lunes, 10 de enero de 2011

Jenny: Cosas increibles suceden en Conviven








Originalmente escrito en inglés el 30 de julio del 2007. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, Texas, USA.




Nuestra voluntaria anterior, Jenny, ha dicho esto acerca de Conviven:

Conviven es mucho más que algunas clases o un horario fijo – le sirve a la comunidad como un lugar cómodo y seguro que fomenta oportunidades nuevas y apoyo para los que entren en su puerta. Me encantó mi tiempo alla y puedo decir sinceramente que creo realmente que es una parte necesaria y esencial de la comunidad que sirve. Siempre hay varios workshops que le ofrecen a la gente de la comunidad (además de las clases de inglés, Conviven ofrecía también clases de baile, de fotografía, de la salud, etc., durante mi estancia allí).

Esta selección de oportunidades y energía creativa que está fomentada en Conviven deja que los voluntarios sean realmente creativos y que ofrezcan otras clases de las que les den la gana de empezar. Si alguien quisiera empezar una clase nueva o un workshop, siempre estaba presente la oportunidad de hacerlo. Los empleados de Conviven y la comunidad siempre estaban abiertos a las ideas y las oportunidades nuevas, que anima a los voluntarios que busquen la manera innovador de estar útil.

Llegaba cada día a Conviven, simplemente lista para ayudar en dónde necesitaran la ayuda. Trabajaba con niños de trece años de edad a los que se encargaba de cuidar a sus hermanos menores, niños que vivían en casas en las que vivían más de 20 personas, niños que iban a la escuela por 5 horas al día y que estaban en clases con otros 40 alumnos o más, niños que eran inteligentes y ambiciosos pero a los que les faltaban las oportunidades para realizar su potencial.

Pero Conviven ofrece una posibilidad de desarollar ese potencial, un lugar en el que tengan la oportunidad de recibir atención verdadera y cariño de los voluntarios. Como voluntaria, podía establecer relaciones con algunos de los alumnos y decirles cuan especiales que eran, como creía en ellos, y como realmente creía que podrían hacer cosas fenomenales en sus vidas. Es increíble como respondían al anímo que les daba y como prosperaban al recibir esa atención personal y sincera.

Están sucediendo cosas increíbles en Conviven, y sé que estoy bendita por haber participado en su trabajo y en su misión. Ojalá que mis palabras escasas hayan dado ánimo a cualquier persona que considere trabajar como voluntaria a través de los varios programas que tiene disponible Insight Argentina. Si alguien le gustaría más información acerca de mi experiencia con Insight Argentina, Conviven, o simplemente como es vivir en Buenos Aires, favor de comunicarse conmigo a jenny.r.hernandez@gmail.com

Jenny trabajaba en Conviven desde febrero 2007 hasta junio 2007 como profesora de inglés, dando lecciones 3 días por semana, 3 horas cada día a niños de 5-12 años de edad.

Heath: Contribuía a crear un cambio social


Originalmente escrito en inglés el 30 de julio del 2007. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, Texas, USA.

Nuestro voluntario Heath, de los estados unidos, ha dicho esto acerca de Conviven: Enseñar inglés en el Centro Conviven realmente fue una de las experiencias más gratificantes que he tenido.

Los empleados de Help Argentina y de Centro Conviven son lo máximo y, por consiguiente, los voluntarios están recompensados con la posibilidad de ver como se mejora y como crece el Centro durante su estancia en Mataderos.

Además, les dan a los voluntarios una responsibilidad genuina y la libertad de poner en práctica sus propias sugerencias, que les da la oportunidad a los voluntarios responder con eficacia diariamente a las necesidades de los niños. Por último, trabajar en el Centro es una forma buena para practicar el español y tener la oportunidad de ver un lado distinto de Buenos Aires. En general, tenía una experiencia inolvidable trabajar como voluntario en el Centro Conviven y, sinceramente, me siento, personalmente, que contribuía a crear un cambio social significativo en Buenos Aires mientras desarollaba relaciones duraderas.

Madi: En Conviven se puede construir una relación verdadera.

Originalmente escrito en inglés el 30 de julio del 2007. Traducción voluntaria por Joelle Bouchard, profesora de español en Houston, Texas, USA.

Nuestra voluntaria Madi ha dicho esto acerca de Conviven
:

Hace trés meses empecé como voluntaria en Conviven con el plan de venir más o menos trés veces por semana. Después de las primeras semanas empecé a venir cinco o seis días a la semana porque ha sido una experiencia tan buena. Ha mejorado muchísimo mi castellano y les doy las gracias a todos los que trabajan en Conviven por ser mis tutores personales. Aunque no tenía muchas ganas de enseñar el inglés aquí, ahora me encanta y descubro que me ayuda a aprender más el castellano.

Mis cosas favoritas de Conviven son la ubicación, la buena vibra que hay, los almuerzos que comemos en grupo, las charlas con mate, y la vibra internacional que viene de nuestros voluntarios fenomenales.

En Conviven, cada voluntario es libre de enseñar cualquier clase que quiera, basado en sus talentos personales e intereses. Aquí uno se puede construir relaciones verdaderas, tener verdaderas experiencias didácticas, y ser parte de una familia.